sábado, 2 de agosto de 2008

Familia Kattan toma represalias contra iglesia que apoya lucha contra la corrupción

San Pedro Sula. Participaba en un foro del Frente Amplio por la Dignidad y la Justicia y en su intervención expresó: “yo no mencioné nombres ni dije que ellos eran corruptos, pero la conciencia los estaba acusando y coincidió que en ese momento íbamos a renovar el contrato, ellos de una manera abrupta nos mandaron una nota con plazo de veinte días para que desalojáramos”.

Se trata de Francisco Huete, Pastor de la Iglesia Casa del Alfarero, quien reveló que la familia Kattan, propietaria del edificio donde funcionaba la iglesia tomó represalias contra ellos por haber apoyado la huelga de hambre donde los fiscales dieron a conocer múltiples actos de corrupción. Los casos denunciados por los fiscales coloca a Carlos Kattan como uno de los principales involucrados en actos de corrupción. El empresario Carlos Kattan en la actualidad se desempeña como diputado del Congreso Nacional y aspira la alcaldía de San Pedro Sula, por la corriente interna que lidera Mario Canahuati en el Partido Nacional. Desde el inicio de la huelga de hambre, la Iglesia Casa del Alfarero se hizo presente para apoyar moralmente y declarar que el propósito de los fiscales era de justicia social. A través de los medios de comunicación Enlace y Canal Cuatro, dieron a conocer su posición a favor de la lucha contra la corrupción. A Kattan no le gustó que su nombre se mencionara y emprende represalias contra la congregación. “La actitud de la familia Kattan nos llama poderosamente la atención porque nosotros no dijimos nombres ni señalamos a nadie, esto es parte de una represalia por nuestra posición en contra de la corrupción que hay en el país, tuvimos que entregar el edificio y colocar en las cosas en las casas de los miembros de la congregación”, expresó el Pastor Francisco Huete. Aseguró que el contrato se vencía el treinta de junio y que los propietarios del inmueble llegaron con sus abogados, guardias de seguridad y colocaron vehículos frente a los portones para que no pudiéramos salir. La situación se resolvió cuando la iglesia recibió apoyo de la policía, pues el jefe policial les exigió orden judicial. Además de la iglesia, en el edificio también funcionaba una escuela y “lo entregamos casi a la fuerza porque ellos incumplieron la palabra, habíamos hecho un convenio de 12 años, pero la obra de Dios no la va a parar nadie, mucho menos hombres corruptos”, puntualizó el Pastor de la congregación. Gerey

Fuente: Comun Noticias, miercoles 23 de julio de 2008

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