lunes, 8 de septiembre de 2008

Mientras sigamos callando

Honorina Rodríguez
6 de septiembre 2008
Honduras es un país que entro en un proceso democrático,aunque en este su avance más visible es el ofrecer un espacio paraelegir autoridades en el país, la creación de instancias para defensade ciudadanas y ciudadanos y para velar por el buen manejo de losrecursos, sin que esto trascienda a la democratización del ejerciciode poder en el aparato Estatal.No se puede hablar de que hay democracia donde se violentalos derechos humanos de las mujeres y de los hombres, se niega elderecho a unos servicios de salud, con calidad, eficaces y tratohumano, una buena parte de la población infantil no tiene acceso a una educación gratuita y de calidad, no hay programas educativos quefortalezcan el estudio para las mujeres adultas, en general donde elpoder económico y político está en manos de un 20% de la población.Es difícil poder hablar de manera positiva en un país dondeel sistema se rige por un modelo que busca vivir de la sangre de laspersonas, es decir hacer todo desde las reglas del mercado y son lomás importante, por eso la creación de una cultura del consumismo queeduca, estimula, promueve, exige y manda a comprar no precisamente, lo que se necesita sino lo que el comercio quiere vender. Será que las personas para vivir necesita un televisor de plasma de 60 pulgadas, un carro del año? o necesita respeto a su dignidad y justicia como persona humana.Un ejemplo claro de irrespeto a los derechos humanos y la faltade responsabilidad por parte de las autoridades en el país es el casode Luís Javier Santos, Fiscal del Ministerio Público, quien desde 2007 tenia medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y que el Estado de Honduras esta obligado a cumplir, esto nunca fue posible como se establece según la Ley, ahora tenemos como resultado a Luís Javier debatiéndose entre la vida y la muerte, después sufrir un atentado la semana pasada.Producto de las situaciones de amenazas a la vida de personas,algunas organizaciones como COFADEH han incidido en la creación de una Comisión Interinstitucional para atender y velar por la aplicación de medidas desde la CIDH, esta no es funcional o por lo menos no logrado responder a las necesidades planteadas.Ante la actitud de quienes tienen la responsabilidad degarantizar la seguridad de las personas, las ciudadanas y ciudadanosNO pueden quedarse inmóviles, sino actuar desde la demanda, denuncia y exigencia de atención a los problemas.Mientras sigamos callando lo que sabemos y vivimos en cada espacio donde estamos, la clase corrupta de este país, vivirá de nosotros, no se lo permitamos, busquemos los espacios organizados y participemos para transformar este sistema y sus consecuencias, esto no será posible si usted que es la o él más afectado se involucra y cambia la actitud pasiva por una prepositiva y de acción para lograr una mejor calidad de vida para todas y todos.

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