miércoles, 3 de septiembre de 2008

Pronunciamiento del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ) y Radio Progreso de la Compañía de Jesús


El atentado criminal del que fue objeto el fiscal Luís Javier Santos nos advierte que quienes se han apoderado del Estado y del país no se andan con rodeos, y que están dispuestos a atacar con toda furia cuando sus intereses están amenazados.

Rechazamos cualquier argumento que quiere desviar la atención vinculando el atentado con la delincuencia común o con situaciones particulares. El atentado es la respuesta criminal de parte de los sectores que se sienten heridos por las acciones de lucha, denuncia y protesta que los fiscales en lucha contra la corrupción libraron en los Bajos del Congreso Nacional durante 38 días en huelga de hambre.

Conocemos a Luís Javier Santos, y en los más de cien días de haber finalizado la huelga de hambre, ha sido uno de los más fervientes continuadores de la lucha en contra de la corrupción. Luís Javier Santos ha recorrido las diversas regiones del país, organizando asambleas populares y dando forma al Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia. Su labor en las diversas asambleas ha sido primordialmente informar a la ciudadanía de casos concretos de corrupción que involucran a altos funcionarios públicos y reconocidos políticos y empresarios hondureños.

La vida y la palabra de Luís Javier Santos estorba a los corruptos, y no tenemos ninguna duda de responsabilizar de manera directa al Fiscal General de la República, a los altos funcionarios y directivos del Congreso Nacional, a las autoridades de la Corte Suprema de Justicia y a los altos personajes cuestionados y vinculados con actos de corrupción, como los responsables del atentado criminal cometido en contra del fiscal Luís Javier Santos.

Los corruptos están plenamente identificados. No sólo están robando y torciendo las leyes, con el fin de seguir controlando el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia. También son criminales. Sus actos no pueden seguir quedando en la impunidad. La movilización popular de las personas y sectores dignos y con dolor de patria, debemos tomar hoy la palabra.

Exigimos, en primer lugar, medidas efectivas para proteger la vida de Luís Javier Santos. Cualquier situación que siga atentando en contra de la integración física de quien hoy está muy mal herido, y lo que le pueda ocurrir a sus compañeros fiscales en lucha contra la corrupción, recae bajo la estricta responsabilidad de las autoridades del Estado hondureño.

Jamás podremos llamarnos pueblo digno y honesto si hoy, tras este atentado, no nos movilizamos para exigir que los corruptos y criminales sean enjuiciados. Las demandas tienen que ser claras:

1) Que nos pongamos en pie de lucha y testimonio para exigir la protección de la vida de Luís Javier Santos;
2) Que se investigue y se enjuicie a los responsables materiales e intelectuales directos de este atentado;
3) Que se retomen las demandas por las que Luís Javier Santos y sus compañeros fiscales realizaron la huelga de hambre;
4) Impedir a toda costa que los mismos corruptos, agazapados detrás del atentado contra la vida de Luís Javier Santos, sigan controlando el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia y las instituciones públicas vinculadas con el sector justicia.

El Progreso, 2 de septiembre del año 2008
ERIC-RADIO PROGRESO

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